domingo, 31 de enero de 2010

Página en blanco

revolviendo en el fondo del cajón
la sobrevida de alguna cosa inútil
aparece la sangre inesperada

entonces hay un filo
que ha podido
cortar el largo hilván de las imágenes

miro mis manos sin descanso
-las he mirado toda la mañana-
y no creo
haber sido quien sostuvo la navaja:
no hay nada aún en ellas
que pueda persuadirme de un intento
-siquiera del intento
digo, pienso-
de enfrentarme
aún armada con cientos de esos filos
al temido detrás de tus palabras

2 comentarios:

bardamu dijo...

Bello poema, Inés.

inx dijo...

Muchas gracias, Luis.