miércoles, 14 de mayo de 2014

Pasajes


La borra de un deseo
el día en que se cumple,
¿es agua desgajada desde el temblor del trueno?
Sé que el rayo refulge recién, en su agonía
y el tiempo aún cae liviano,
-en verdad,
da la impresión de estar ahí quieto
mientras la vida humea en una olla
patinada de herrumbres inútiles y antiguos-
¿cómo entra
una hebra de pasto o
una pizca de barro en la delgada lluvia?
Como sea que sea, así entraste al sueño
sudoroso y helado
descalzo hasta que duela
la visión de tus pies,
y otra vez me imagine
los caminos atroces. Hoy no.
Mañana, te lo juro,
me abstendré de escribir
la palabra infortunio.











domingo, 11 de mayo de 2014

como quien oye llover


como una mano que se distrae
de tu presencia
y se ensimisma
a recordar el curso de
sus propias líneas
las asperezas,
o aquella magra carnadura de los dedos,
se ha desprendido suavemente,
cortó los hilos
como quien niega
los largos tramos de sus inicios.
Para el que observa
tendrá una causa remota,
inaprensible,
pero si  hila
más hábilmente
el minucioso telar del universo
lazo por lazo
los paisajes, los cuerpos, con el tiempo,
sabrá que cae
-agua anhedónica-
sólo una lluvia
intensa y
mansa.