viernes, 21 de octubre de 2016

si estuviera en mis manos
lo que la mente crea
con latidos del cuerpo con
sutiles materias
sin más sentido que el sonido
sus ondas hacia arriba
extensas y chocando
vibrar como los cuerpos vibran
alzándose hacia el cielo
desde la superficie
que sustenta y procrea
vibrar como las voces
cuando afina y proyecta
la música  del hombre
su canto verdadero
la abstracción de la lengua
y aún en ella
las figuras y el porte
de lo real del sueño
en ese ensueño
buscándote y oyendo
el compás que conduce
por la senda más cierta
y ciegos, ciegos, ciegos
vamos a ver y vemos
unos hilos apenas
como llovizna o llanto
o semen en desérticos espacios
abiertos a la nada y sin embargo

jueves, 20 de octubre de 2016

Simbiosis

En lo hondo del mar, con esa extraña música
el vaivén de las aguas hamacando las formas
de todo lo que habita el fondo de este mundo.
Escamas  de los peces, como nubes doradas
custodiados por haces de venenos terribles.
La vida que llevamos:
sustrato y pesadilla.
Huir. Bajar. Nadar
buscando aire en el agua.
La perfecta armonía de ser donde se está
tan peligrosamente a salvo.
La anémona y el pez
son amantes sensatos.