jueves, 2 de junio de 2016

Intersecciones

Veo que el roble arroja bandadas amarillas,
bajo los nubarrones, inclinados y ocultos
en refugios de lana, los que pasan
van presos en sus cuerpos.
Percibo la coherencia del viento y de la luz,
esquiva en estas tardes.
Por su destello en mí,
deseo conocer ese secreto
pero el misterio no me abre
sus puertas fácilmente:
quedan piedras aún,  sal y desiertos,
queda el océano
la fluidez o el lento derivar de las aguas,
el mar, eterno mar y sus olas oscuras.
Pero:
los cruces son fatales,
los umbrales deshacen los caminos andados,
las brújulas señalan sólo el norte, y
los hombres de este mundo
debemos recordar lo que sabíamos.