sábado, 17 de octubre de 2009

Canción callada

¿Quién cabalgará tus caballos?


Ahora se deslizan tus manos delicadas
por el borde sinuoso de unas crines de piedra,
palpando así la huella de cada fiebre antigua,
el surco del cuchillo del dolor,
la cizaña que crece, prosperando en los huecos,
la sangre, ya reseca, de la última herida.
No hay más que vendas húmedas y humores amarillos
que remedan el flujo de lo que fuera un río
corriendo caudaloso por un paisaje enfermo,
cuerpo,
libro,
tiempo,
caballo de la muerte,
abrevando en las aguas
-soñadas- del desierto
inyectado de azul, en las quijadas
como una hoja nueva, de sutil nervadura.
Tu alma se ha soltado, se desprende
de unas riendas delgadas
que resisten, a veces,
con la fuerza del hierro que se anuda
en cadenas que tienden hacia atrás y hacia abajo.
Pero ahora es tan leve que se aisla y se fuga
como lo hace
en la tarde de viento, una pequeña nube
que el cielo habrá disuelto
en un rapto, en un rato, fatal, ante nosotros.
Suspiramos, cansados, sobre un cristal quebrado
que se empaña de bruma, como una nota vana,
te lloramos pensándonos jinetes, pero
¿quién podría montar tus desnudos corceles
que bajan la cabeza, paciendo abandonados?
De este lado la pena, con sus golpes monótonos
cabalga las palabras de los que estamos vivos.

4 comentarios:

Pablo Seguí dijo...

"una pequeña nube
que el cielo habrá disuelto"...

Qué lindo tiempo verbal. Justo, muy apropiado.

¿Sabés si Puck pagaba por mantener su blog on-line? Como es de hechura propia... Sería feo que por falta de pago al hosting, éste lo quitara.

Beso.

ema déborah finzi dijo...

Qué hondamente triste es esto.
abrazos,
Ema

inx dijo...

Tam, los familiares de Puck decidirán. Ema, espero sea digno de su persona, la frase me encantó desde que él la puso en su blog. Besos a los dos.

Mariana dijo...

Cabalgando en nuestras palabras encontrarlo... es hermoso lo que escribiste.