miércoles, 2 de septiembre de 2009
Paisajes
Ahora que la llovizna
es sordina de músicas
inquietas de la calle,
ahora que reluce
como un destello apenas
sobre el asfalto oscuro,
alguien me habla de parques arbolados
a la vera del río
me señala
una casita clara y elevada
sobre cuños de madera
rodeada de pequeñas flores rojas.
Buscamos
belleza en un lugar:
elegimos la imagen
de esta fotografía
y alcanza, por ahora
para hinchar los pulmones
respirando
el aire que vendría
si
el giro de la rueda
de la magra fortuna
tocara
con fuerza de badajo de campana
desde lo alto de un templo,
y exaltada y exacta
anunciara un suceso
un destino inefable
que trastorne estos días.
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4 comentarios:
qué belleza
Abismarse en imágenes y palabras así, hasta que la rueda gire, exaltada y exacta ... Me gusta seguir tus palabras como el curso de un río. Son tan distintas de lo que se escribe, hoy.
Gracias, chicas, raro es encontrar quien lea, Mariel.
*suspiro*
acá, esperando el giro y el trastorno
;)
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