martes, 27 de mayo de 2008

Jardín de las delicias


Aquí nos traen las ráfagas heladas
aunque arda en su centro
la tierra que rozaron viejos pasos.
¿Cómo, ahora
el jardín es la emboscada de las sombras
su negra criatura
el espacio de aquello que se ausenta?
No sin tí
señor de la palabra,
no sin tí
podrían desbrozarse
estas agudas púas
las doradas ortigas
de una seca
corona de desahucio:
animal escondido
para sangrarse a solas
gime
desde la altura de tu fe
allí
donde la voz errática replique.
No ahora,
no sin tí,
-sin otro yo que tú estaría perdida
en el océano del tiempo
antes del alba del Inicio
me ahogaría-

domingo, 25 de mayo de 2008

Santa Rita


El tiempo te desviste
lento
abrupto
a veces
arranca paños
los desgarra
hasta la carne blanca
a veces
lívida
músculo, hueso
el tiempo te despoja
o te unge
a veces
altar y cáliz
ofrenda preparada
en un silencio que medita
proporciones precisas
número
numen
cuenco repleto
agujero expectante de vacíos.
Te ha dado
a tiempo
la bocanada que te yergue
el amor puro
afila
a veces
la larga lengua que humedecen las serpientes
te ha dado, da
el tigre oculto de la muerte
con su zarpa escondida
su filo atroz inevitable
un golpe
da,
te da.
También,
a veces
cierra su círculo perfecto
súbito, quita.

lunes, 19 de mayo de 2008

Reality


los sortilegios de la magia
se deshacen
en lo real
ante lo sólido del puro
cuerpo
impuro
los hilos sueltos de los símbolos
fuera de trama
o las astillas
dispersas de metáforas
en el enorme sumidero
donde está lo que está,
retroceden
como un ejército vencido
hasta el desnudo
el solo
el pobrecito
que mastica
su amargo pan
en el salón
-y del salón, su ángulo oscuro-
sí, de su dueño
ya olvidado
en el oleaje embravecido del silencio
se puede ver
-ya no se quiere-
de aquí y aún
esos talones
brillantes
alejándose
hasta una próxima infidencia de la luz

sábado, 17 de mayo de 2008

Hoy


17 de Mayo, este blog (o, en rigor, éste) cumple tres años.
A manera de celebración, compartamos este viejo gato negro:


viernes, 16 de mayo de 2008

Muditas



No necesitábamos hablar, lo decíamos todo con los ojos.

Gloria Swanson, en Sunset Boulevard

domingo, 11 de mayo de 2008

En Agua va:


Huida

Y en Pinturas Ciegas:

Recuento

A sus pies

Misión



clava tus
filosos dientes
ahora que relucen en la noche del mundo
imagina la mella
del tiempo
con el cuidado de quien
respira sobre láminas de oro
hunde
cava
muerde
el corazón de hueso
de todas las semillas
originarias
toma
roba
rapta
el aire que rodea
su sombra leve
roza
rompe
mata
el lazo
la cadena
la cuerda
que la amarra a los padres de sus padres
irrumpe
y corta
-sin reparos,
sin otra gloria
que la que obtiene quien hace lo debido-
esta infinita sucesión hacia la nada.

Dos libras de Ezra

Sascha Huttenhain


Aun en sueños te me has negado
y enviado sólo a tus doncellas.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-



Fresca como las pálidas hojas húmedas

de los lirios del valle
al alba yace ella junto a mí.

jueves, 8 de mayo de 2008

Muestra


El 10 de Mayo, a las 11 hs. en Paraná 1133, Galería Jorge Mara, Eduardo Stupía inaugura una muestra donde exhibirá su obra reciente. Puede visitarse de Lunes a viernes de 11 a 13.30 hs. y de 15 a 19.30 hs. y los sábados de 11 a 13.30 hs. Permanecerá hasta el 23 de Junio.

Acuarios

Aún en sueños te me has negado
y enviado sólo a tus doncellas.
Ezra Pound



Esa noche lloraste
al compás de los copos minuciosos
de la nieve temprana
detrás de la ventana que mira al campo,
al viento huracanado
y sus caprichos,
frente al fulgor escurridizo
de las viejas estrellas suspendidas
en un paño de oscuro raso azul
iluminado por el frío.
Y en ese cuarto
el fuego ardía
invariable y
legítimo
por vez primera,
avivado por
la intensidad inútil
de las palabras suyas
sosteniendo
tus huesos agotados. Y
tus párpados
vencidos por el sueño
fueron restos o
rastros,
materia íntima
de su más largo viaje.

miércoles, 7 de mayo de 2008

Muchacha en una fotografía

Parece domingo en el jardín y en todo el mundo.
La escena ha demandado
mucho cielo para mi gusto, pero la causa
es tal vez una convicción secreta del fotógrafo.
En el fondo, una vibración moteada
de sol, con flores y hojas que se acumulan
hasta obtener una alegría
que no necesita explicación.
De modo que ella esta de pie,
sonriendo enteramente, con un resto
de viento en los cabellos.
Pero mira hacia adentro y se complace
en su anónima carne y supone que la imagen
retiene algo más que su parte mortal.
Si en eso se equivoca es asunto suyo
y nada puedo hacer al respecto. O quizás tenga razón
y de este lado
la superficie de la existencia
me despedaza y devora por dentro y por fuera.

Joaquín Gianuzzi

domingo, 4 de mayo de 2008

Primero, deléitense



Y después díganme si el atajo del Llanero no es igualito a las cuevas donde aparece Bin Laden. ¿Filmarán en el mismo estudio?

viernes, 2 de mayo de 2008

Arte



Vale la pena pena ver y oir.

La sombra del día



En el pasillo oscuro
en ese estrecho
que se abre entre paredes amarillas,
sentadas en un banco de madera
delante de la puerta,
las dos mujeres hablan.
La mayor se arrebuja
en su campera vieja
unas rústicas manos que se esconden
en el hueco de sus muslos
descarnados y largos;
sin alzar la mirada del suelo
la voz grave y monótona.
La otra, la más joven,
dice una larga lista de nombres familiares
y a cada uno
de todos los que evoca
le sigue esta cabeza que se inclina y asiente
cargada de sentidos
y esos dedos hinchados
de intemperie y trabajos brutales
se estrujan, se retuercen:
piel gastada y opaca,
un rugoso papel.
Así llega el destino
arrastrado por vientos
un frío subrepticio
una calle impensada,
una certera cita.
Tanta historia menuda
se devela entre cajas
bajo una luz verdosa
de mañana sin sueño,
de café hasta el hartazgo,
de frases congeladas
frente al bronce, a las velas
la verdad se maquilla
falsas,
faltas,
faldas,
-todo imita una vida-
tanta tibia apariencia
delante de la muerta
aunque
esta muerte que arrasa
-la
absoluta,
rotunda,
contigua-
se refleje en el prisma,
de ese ojo vidrioso que abarca lo posible
y un color inaudito
tiña cada palabra,
-es brillo y hace espejo-
y duplique el absurdo,
como el negado borde
del más próximo abismo
siempre es, por temido,
aquello que deseamos.