El obispo que niega el holocausto (discute el número asegurando que a lo sumo, murieron entre 300.000 y 600.000 judíos, asevera además, que no existe evidencia histórica de la existencia de cámaras de gas) se encuentra entre nosotros, en Moreno. Juan Pablo II lo excomulgó por sus ideas. Benedicto lo perdonó y por esto, ahora, la cúpula religiosa judía rompe relaciones con el Vaticano.
El becerro de oro engorda bajo la mirada atenta de sus adoradores. Dios no contesta.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
La cifra que da el obispo la leí en los subtitulados de una entrevista que vi por televisión. Tal vez leí mal, en el diario Perfil dicen que habla de 200.000 ó 300.000. Cuestión de cifras.
Sí Inés, no descansan. Estan todos vivitos y coleando aunque parezca imposible.
Me hace acordar a cuando Fowill y Quintín cuestionaron la cifra de desaparecidos, cuestión de hijos de puta, pedazos de cifra.
¿Qué va a contestar Dios, si no existe?
Publicar un comentario