miércoles, 17 de diciembre de 2008

Idea


“Una idea es como un pájaro invisible.
Lo que percibimos es el temblor de la rama que acaba de abandonar.”


Lawrence Durrell.


Bajo esta luz tan tenue
me restriego las manos
¿cuándo fue que mudaron
de la infantil blancura
hacia este paisaje
de venas y de surcos?
¿qué hábitos del tiempo
dan formas a las formas
momifican los cuerpos
sin aviso?
Así
apenas núbil
me quedará tu imagen
si me guardo
y esquivo
la tentación fatal de convocarla
en la alta angustia de la noche
tan puntual enemiga
que cerca y arrincona
-cada vez más exacta-
este pálido sol
que se alza y derrumba
sobre la breve línea
que es confín de la isla.
Veo cimbrear las ramas
con sus pendientes frutos
el corazón se vuelca
como un licor festivo
parpadeo
pero no hay mar aquí
no está el sonido
rayo de la promesa o la amenaza
no se divisan
unos ojos astrales ni dormidos
velo y desvelo
de aquellos cuerpos que el verano arrebataba.
El fulgor de la tarde
se desplaza
fundido en este frente
de moradas tormentas
hacia un lugar lejano e invisible
donde el pasado amor
se difumina
como la sombra alucinada
que proyecta
el batir de las alas de un pájaro impensable,
el temblor de su fuga.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Uh nena. Esto no da respiro...
Muy bueno, muy.