domingo, 30 de noviembre de 2008
La discriminación que incrimina
Discriminado, lo que se dice “discriminado”, nunca me he sentido. Y sin embargo... Cada vez que viajo en avión pequeñas lucecitas de colores se prenden a mi paso y alarmas que tal vez sólo yo oigo alertan a los servicios secretos de todas las potencias. Ahora que van a cerrar Guantánamo no me preocupo tanto, pero de todos modos voy siempre provisto de mis mejores credenciales. Al salir de Argentina: “¿A dónde va?” (a nadie más se lo preguntan). Al llegar a España, mientras los africanos subsaharianos y los otros pasan como trombas a través de migraciones, mi pasaporte es minuciosamente revisado
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1 comentario:
Y encima ningún africano lo miró con ganas de penetrarlo... eso es inconcebible. Je.
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