martes, 30 de septiembre de 2008

Incautan juguetes tóxicos















Tiembla Nónimo!!!

Foto: Elu

El crack del 2008














foto: Elena Frautschie



Así estamos

Genio

La unidad básica de Bombita Rodríguez se llama "Isabel sería soltera".

lunes, 29 de septiembre de 2008

El futuro como ficción miserable

Octubre 01 – 2008 / 19 hs. Sala Meyer Dubrovsky

El futuro como ficción miserable

Imaginaciones múltiples / Destinos post industriales y Destinos individuales / El sujeto del futuro / Aires de libertad, ilusiones / Imaginar a veinte años, no más / Estados sin estadistas / Tecnología y fantasmas / El borde sudamericano / Valoraciones y escepticismo / ¿Los valores simbólicos entorpecen la conformación de una cultura pluralista argentina?

Panelistas: Oliverio Coelho / Gustavo Nielsen / Humberto Acciarressi / Julio Zoppi

Moderador: Omar Genovese

viernes, 26 de septiembre de 2008

Versión


Y no diría dolor; es más que eso
viene de algún país atroz
que no conoce su mirada.
Posado
como un pájaro indolente
en la cornisa mínima de la ventana
fotografía el tumulto de la calle
desde su ojo desierto.
La vida es lo que a veces le parece:
la mezcla indecorosa
que se da en las gavetas
de una oficina de objetos olvidados
un destino
provisorio, o absurdo
para cosas que no han tenido un alma.
Acumula
paraguas o pañuelos
cuadernos
o manojos de llaves que no abrirán más puertas
cajas con fotos de un verano
que ha ido ajándose
como los que al sol sonríen
una vez que están lejos de la playa
y sus trajes de baño se endurecen
entre restos de arena
o la
polilla de un cajón sombrío
en la esperable humedad de un viejo armario
los devora
herida de invernal aburrimiento.
Viene de allí
sabe
que ha dejado su casa
o que no hubo
fuera de la ilusión y sus pinceles
(fieles al pulso que dirige los trazos)
jamás
ni techo ni paredes ni un abrigo
ni un fuego que
-aunque pálido-
reúna dos versiones
solitarias del frío.

Procura desmentir los elogios ...

Éste que ves, engaño colorido,
que, del arte ostentando los primores,
con falsos silogismos de colores
es cauteloso engaño del sentido;

éste en quien la lisonja ha pretendido
excusar de los años los horrores
y venciendo del tiempo los rigores
triunfar de la vejez y del olvido:

es un vano artificio del cuidado;
es una flor al viento delicada;
es un resguardo inútil para el hado;

es una necia diligencia errada;
es un afán caduco, y, bien mirado,
es cadáver, es polvo, es sombra, es nada.

Sor Juana Inés de la Cruz

jueves, 25 de septiembre de 2008

Rapto (Poema climático y repetido)


Una hija de Zeus fue su capricho
antorcha en mano, su madre
la buscó por cada uno
de todos los rincones de este mundo,
al no encontrarla
prohibió a la tierra
engendrar y dar frutos.
Así todo el tiempo de aquel año
no vio la luz una sola manzana
ni una brizna de hierba creció sobre los campos,
los hombres habrían muerto
pero Zeus pidió a Plutón que dejase marchar a Proserpina
el oscuro raptor obedeció
aunque antes de eso, puso en su boca
(roja boca de diosa)
una roja semilla de granada
para que así no le fuera posible
alejarse de él, si en un rapto
(un capricho de ella)
se le antojaba hacerlo para siempre.
Acordaron, entonces
los padres y el raptor
que la niña
pasaría dos tercios de cada año
con su madre y los dioses del cielo,
y el resto con Plutón, bajo la tierra.
Como esposa del rey del inframundo
mandaría sobre todos los espectros,
sería la dueña de los fantasmas
y llevaría a cabo, minuciosa
las maldiciones pronunciadas por los hombres.
En Grecia, por entonces
ocurrían historias como ésta
en la que el rey del dominio subterráneo
se apropiaba del amor de una doncella
por fuerza, y de capricho.
Sugieren algunos
(pero habría que confiar en juicios de hombres)
que ella no estuvo -en un todo- en desacuerdo,
que por su propia voluntad
aceptó las semillas
que envolvió con su lengua,
y el cetro que le daba
potestades de Dama del Infierno
le pareció, inclusive
la ofrenda de su esposo temible y temerario
guardián del fuego y del horror
leal a su deseo y a sus fuerzas.
Su mirada fatal llevaba el sello
de lo que debe verse y aceptarse
sin oponer reparos.
Cuando enfrentaba los ojos de los hombres
los hundía en la contemplación más pura
(era un trance mortal, un dilatado éxtasis)
era la forma más perfecta y desafiante
de sus propios destinos.
Del mundo en llamas que arde
debajo de este mundo que habitamos
del reino húmedo y oculto de los muertos
viene a dejarnos
de regreso y a tiempo,
su mensaje y su cifra
el núcleo y la semilla de ceniza
que guarda en lo profundo de su vientre
la tierra en cada nueva primavera.



martes, 23 de septiembre de 2008

Yo sí que estoy en la pomada



Hay espíritu crítico hasta entre floggers: http://www.fotolog.com/mamasoyflogger

(vía http://www.fotolog.com/elhombreyelombro)

Apaches/ IV

Setiembre 24 – 2008 / 19 hs. Sala Meyer Dubrovsky

Medios masivos de comunicación / Periodismo y conflicto con las entidades agrarias unificadas
Rol del periodismo en el conflicto campero / Información / Desinformación. Construcción de las notas / Clientelismo político y Clientelismo mediático / Construcción de la opinión pública / Cristina K: marketing político y “Clase media” / La plaza de Palermo: ¿Nacimiento de las bases sociales de la Nueva Derecha? / Rol del “ciudadano medio” en el discurso de la Nueva Derecha.
Panelistas: Ricardo Rouvier / Nicolás Puente / Lucas Rubinich / Mariano Zukerlfeld
Moderador: Leonardo Sai

Centro Cultural de la Cooperación

Pero


Hermoso
pero falta el misterio:
no nos lleva
como la brisa al costado del tren
el río en las orillas del verano
la noche envuelta
en casta túnica
hacia el extraño paisaje
que delineara el curso del deseo
su traza
irregular
sanguínea.
Bello
a imagen de la mano que lo guía
hacia ningún lugar.


Resplandecer de ayeres
obnubila.

sábado, 20 de septiembre de 2008

Cuento maravilloso


Ya no puede dormir
él subvierte la noche
la ha inundado de frases
de algún misal robado.
No hay sueño sin imágenes,
la nada es ilusoria
se desvanece en formas
que encierra entre sus bordes
el sol de la mañana.
Es la vigilia tensa
que ha enhebrado las horas
como pequeñas cuentas
de un cristal
irregular, opaco.
Sola,
no hay perla que relumbre
sola,
la despierta princesa
comprende los arcanos del misterio,
la suprema ignorancia de no saber de sí,
la estulticia
de negar lo que es dado.
Deja su caja oscura. La empujan hacia el alba

viernes, 19 de septiembre de 2008

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Nosotros dos, aún

Aire del fuego, no supiste jugar.

Arrojaste sobre mi casa una tela negra. ¿Qué es esta opacidad en todas partes? Es la opacidad que cubrió mi cielo. ¿Qué es este silencio en todas partes? Es el silencio que hizo callar mi canto.

Para esperar me hubiera bastado con un hilo de agua. Pero te lo llevaste todo. El sonido que vibra me fue quitado.

No supiste jugar. Atrapaste las cuerdas. Pero no supiste jugar. Tapiaste todo en seguida. Rompiste el violín. Arrojaste una llama sobre la piel de seda para hacer un horrible pantano de sangre.

El bienestar reía en su alma. Pero era todo mentira. No fue largo el reír.

Ella estaba en un tren que rodaba hacia el mar. Estaba en un huso que hilaba sobre la roca. Se abalanzaba, aunque inmóvil, hacia la serpiente de fuego que iba a consumirla. Y fue allí, de pronto, cuando sorprendió a la confiada, mientras peinaba sus cabellos, contemplando, en el espejo, su felicidad.

Y cuando vio subir esa llama sobre ella, oh...

Al instante, la copa le fue arrancada. Sus manos ya no han asido nada más. Vio como se la apretaba en un rincón. Se detuvo allí arriba como un enorme tema de meditación por resolver antes que nada. Dos segundos más tarde, dos segundos demasiado tarde, huía hacia la ventana, pidiendo socorro.

Toda la llama entonces la rodeó.

Ella se encuentra ahora en una cama, y su sufrimiento sube hasta el cielo, sin encontrar a Dios... y su sufrimiento desciende hasta el fondo del infierno sin hallar al demonio.

El hospital duerme. La quemadura despierta. Su cuerpo, como un parque abandonado...

Defenestrada de sí misma, busca cómo volver a entrar. El vacío por donde deriva no responde a sus movimientos.

Lentamente, en la granja, su trigo arde.

Ciega, a través de la larga barrera del sufrimiento, durante un mes, remonta el río de la vida, natación atroz.

Paciente, en lo innombrable inflado, vuelve a trazar sus formas elegantes, teje de nuevo la camisa de su piel fina. La curación está allí. Mañana cae la última venda. Mañana...

Aire de la sangre, no supiste jugar. Tampoco tú supiste. Arrojaste súbitamente, estúpidamente, tu tonta piedrecilla obstructora a través de una aurora nueva.

Ella ya no encontró lugar en el tiempo. Le fue preciso volverse hacia la muerte.

Apenas si divisó la ruta. Un segundo abrió el abismo. El siguiente la precipitó en él.

Uno se ha quedado confundido de este lado. No ha habido tiempo para decir hasta luego. No ha habido tiempo para una promesa.

Ella había desaparecido del film de esta tierra.

Lou

Lou

Lou, en el retrovisor de un breve instante

Lou ¿no me ves?

Lou, el destino de estar juntos para siempre

en que tenías tanta fe

¿Y bien?

No vas a ser como las otras que ya nunca más hacen una seña,

sumergidas en el silencio.

No, no debe bastarte a ti una muerte para separarte de tu amor.

En la pompa horrible

que te espacia hasta yo no sé qué milésima dilución

buscas aún, nos buscas lugar

Pero tengo miedo

No hemos tomado bastantes precauciones

Debimos haber sido informados mejor,

Alguien me escribe que tú, mártir, velarás ahora por mí.

¡Oh! Lo dudo.

Cuando toco tu fluido tan delicado, persistente en tu cuarto y tus objetos familiares que aprieto en mis manos

este fluido tenue al que sería preciso proteger para siempre

Oh lo dudo, dudo y tengo miedo por ti,

impetuosa y frágil, dispuesta a las catástrofes

Con todo, voy a las oficinas en busca de certificados

dilapidando momentos preciosos

que sería preciso emplear antes que nada entre nosotros precipitadamente

mientras tiritas

esperando en tu maravillosa confianza que yo venga a ayudarte a sacarte de allí, pensando "seguramente vendrá

Habrá podido tener algún percance pero no tardará

Vendrá, yo lo conozco

No va a dejarme sola

No es posible

No va a dejar sola a su pobre Lou..."

Yo no conocía mi vida. Mi vida pasaba a través de ti. Se había vuelto simple, ese gran asunto complicado. Se había vuelto simple a pesar del dolor.

Tu fragilidad: yo era fuerte cuando se apoyaba en mí.

Dime, ¿es que verdaderamente no nos encontraremos nunca más?

Lou, hablo una lengua muerta, ahora que ya no te hablo. Tus grandes esfuerzos de liana en mí, lo ves, han logrado su fin. ¿Lo ves al menos? Es cierto, tú jamás dudaste. Se necesitaba un ciego como yo, se necesitaba tiempo, tu larga enfermedad, tu belleza, resurgiendo de la debilidad y de las fiebres, se necesitaba esta claridad en ti, esta fe, para horadar por fin la pared de la apariencia de su autonomía.

Tarde lo vi. Tarde lo supe. Tarde, aprendí "juntos" aquello que no parecía estar en mi destino. Pero no demasiado tarde.

Los años han existido para nosotros, no contra nosotros.

Nuestras sombras respiraban juntas. Bajo nosotros, las aguas del río de los acontecimientos corrían casi en silencio.

Nuestras sombras respiraban juntas, y todo estaba por ellas recubierto.

Tuve frío con tu frío. Bebí sorbos de tu dolor. Nos perdimos en el lago de nuestros intercambios.

Rico de un amor inmerecido, rico que se ignoraba con la inconciencia de los poseedores, he perdido ser amado. Mi fortuna ha quebrado en un día.

Árida, mi vida continúa. Pero no me doy cuenta. Mi cuerpo permanece en tu cuerpo delicioso y en mi pecho hay antenas plumosas que me hacen sufrir con el viento del saqueado. La que ya no está se aleja, y su ausencia devoradora me invade y me consume.

Extraño los días de tu sufrimiento atroz en la cama del hospital, cuando yo llegaba por los corredores nauseabundos, atravesados por gemidos, hasta la momia espesa de tu cuerpo vendado y esperaba emerger de pronto, como el "la" de nuestra alianza, tu voz dulce, musical, contenida, resistiendo con valor la fealdad de la desesperación, cuando, a tu vez, escuchabas mis pasos y murmurabas, libre: "Ah, estás allí".

Yo apoyaba mi mano sobre tu rodilla, por encima del sucio cobertor, y todo desaparecía entonces: el hedor, la horrible indecencia del cuerpo tratado como un barril o como un albañal por seres extraños, atareados y recelosos, todo se deslizaba hacia atrás, dejando que nuestros dos fluidos, a través de los remedios, se encontraran de nuevo, se mezclaran en un aturdimiento del corazón, en el colmo de la amargura, en el colmo de la dulzura.

Las enfermeras, el interno, sonreían; tus ojos llenos de fe apagaban los de los otros.

Aquel que está solo, se vuelve de noche contra la pared para hablarte. Sabe lo que te animaba. Viene de compartir el día. Ha mirado con tus ojos. Ha escuchado con tus oídos. Siempre tiene cosas para ti.

¿No me responderás algún día?

Pero tal vez tu persona se ha vuelto como un aire del tiempo de la nieve, que entra por la ventana, que uno cierra, presa de escalofríos o de un malestar precursor del drama, como me ha ocurrido hace algunas semanas. El frío se echó de pronto sobre mis espaldas, yo me cubrí precipitadamente y me volví cuando eras tú quizás y la más cálida que pudieras darte, esperando ser bien recibida; tú, tan lúcida, no podías expresarte de otra manera. Quién sabe si en este mismo momento no esperas, ansiosa, que yo por fin comprenda, y vaya, lejos de la vida donde ya no estás, a reunirme contigo, pobremente, pobremente, es verdad, sin medios, pero nosotros dos aún, nosotros dos...

Henri Michaux

versión de Raúl Gustavo Aguirre

lunes, 15 de septiembre de 2008

domingo, 14 de septiembre de 2008

Procedimiento


lava la herida
busca
un manantial
de agua que sane
pura
sólo intención del bien
médula
corazón sobre la tierra
latiendo solo
seco
después del llanto
del diluvio
la balsa tosca que descubre
islas de porvenir

viernes, 12 de septiembre de 2008

Sigue

Paso número 9, en Mecánica

El fuego, oyes, se empieza a apagar.



El fuego, oyes, se empieza a apagar.
En los ángulos las sombras se agitan.
Y ya no hay modo de poderlas señalar,
gritarles que se queden quietas.
Cerrando filas, se han puesto a formar.
No, esta hueste no atiende a palabras.
Silenciosa avanza de cualquier rincón
y yo de pronto he ocupado el centro.
Más altas cada vez, signos de exclamación,
las explosiones de tinieblas se elevan.
La noche arruga el papel hasta el mentón
de lo alto, cada vez más densa.
Se han esfumado las agujas del reloj.
Y éste no se ve, ni se oye siquiera.
Y aquí no ha quedado más que el brillo ocular,
inmóvil, detenido. Detenido.
El fuego se apagó. Lo oyes: se apagó.
El humo ardiente vuela por el techo.
Mas no huye de la vista este fulgor.
O, mejor dicho, no deja las tinieblas.

Joseph Brodsky

martes, 9 de septiembre de 2008

Woody bromeaba

Acá lo decimos seriamente.

Las listas de Metterling

Por fin, Venal & Sons acaba de publicar el primer volumen tan largamente esperado de las listas de ropa de Metterling (Las listas completas de ropa de Hans Metterling, vol. I: 437 págs., con una introducción de XXXII págs.; índice; $ 18,75), con un comentario erudito del conocido estudioso de Metterling, Gunther Eisenbud. La decisión de publicar esta obra por separado, antes de que se termine la inmensa oeuvre en cuatro volúmenes, es satisfactoria e inteligente ya que este libro contumaz y espumeante dejará de inmediato sin efecto los desagradables rumores según los cuales Venal & Sons, después de haber cosechado sustanciosas ganancias con las novelas, obras de teatro, cuadernos de anotaciones, diarios y cartas de Metterling, sólo procuraba seguir embolsando copiosos beneficios con el mismo material. ¡Cuán errados han estado los propagadores de esos rumores! Por cierto, la mismísima primera lista de ropa de Metterling

LISTA Nº 1
6 pares de calzoncillos
4 camisetas
6 pares de calcetines azules
4 camisas azules
2 camisas blancas
6 pañuelos
Sin almidón
es la perfecta y casi sublime introducción a este genio problemático, conocido por sus contemporáneos como el «Raro de Praga». Esta primera lista fue garrapateada mientras Metterling escribía Confesiones de un queso monstruoso, obra de sorprendente importancia filosófica en la que probó no sólo que Kant estaba equivocado acerca del universo, sino que tampoco había cobrado nunca un cheque. La repugnancia que sentía Metterling por el almidón es típica de la época, y cuando este paquete de ropa le fue devuelto demasiado rígido, Metterling se puso de mal humor y sufrió un ataque de depresión. Su ama de llaves, Frau Weiser, comunicó a unos amigos que «hace días que Herr Metterling está encerrado en su habitación llorando porque le han almidonado los calzoncillos». Breuer señaló ya en varias ocasiones la relación entre los calzoncillos almidonados y la sensación permanente que tenía Metterling de que hablaban de él hombres con carrillos (Metterling: Psicosis paranoica-depresiva y las primas listas, Zeiss Press). Este tema de la incapacidad para seguir instrucciones aparece en la única obra teatral de Metterling, Asma, cuando Needleman lleva por equivocación al Valhalla la pelota de tenis maldita. El evidente enigma de la segunda lista

LISTA Nº 2
7 pares de calzoncillos
5 camisetas
7 pares de calcetines negros
6 camisas azules
6 pañuelos
Sin almidón
radica en los siete pares de calcetines negros, pues hace ya mucho tiempo que es vox populi que Metterling era sumamente proclive al azul. Sin duda, durante años, la mera mención de cualquier otro color le ponía hecho una furia y en cierta ocasión dio un empujón a Rilke y le hizo caer sobre un montón de miel porque el poeta dijo que prefería las mujeres de ojos castaños. Según Anna Freud («Los calcetines de Metterling como expresión de la madre fálica», Journal of Psychoanalysis, nov. 1935), este cambio súbito a ropajes más sombríos está relacionado con la infelicidad que le produjo el «Incidente de Bayreuth». Allí fue donde, durante el primer acto de Tristán, no pudo contener un estornudo e hizo volar el peluquín de uno de los más ricos patrocinadores del teatro. El público se convulsionó, pero Wagner salió en su defensa con el ahora ya clásico comentario: «Todo el mundo estornuda». Para colmo, Cosima Wagner estalló en sollozos y acusó a Metterling de sabotear la obra de su marido.
Ya nadie duda de que Metterling se sentía atraído por Cosima Wagner; sabemos que una vez la cogió de la mano en Leipzig y cuatro años más tarde, una vez más, en el valle del Rhur. En Danzig, se refirió tangencialmente a la tibia de Cosima durante el transcurso de una tormenta y ella decidió que era mejor no volver a verlo nunca más. De regreso a su casa en estado de agotamiento, Metterling escribió Pensamiento de un pollo y dedicó el manuscrito original a los Wagner. Cuando éstos lo utilizaron para calzar la mesa de la cocina, que tenía una pata más corta, Metterling se enfadó y se cambió a calcetines oscuros. Su ama de llaves le rogó que conservara su azul tan amado o que, por lo menos, hiciera un intento con el marrón, pero Metterling la maldijo exclamando: «¡Perra, ¿y por qué no escoceses, eh?!».
En la tercera lista...

Las listas de Metterling. Para acabar de una vez por todas con la cultura. Woody Allen.

Otro punto de vista

Acá, un partidario del rescate, anoten bien estas apreciaciones, son la medida de un canon naciente.
Los dejo, voy a pasar a Word mi lista para Coto.
Ya guardé una nota que puse ayer, debajo de un imán, en la puerta de la heladera. Escribí: No se coman el queso fresco que es para la pizza de mañana, además, el queso tapona. Mamá.
No tiro más nada.

Esto es cultura. Y la paga el estado

Con fondos del Instituto Cultural de la Pcia de Bs. As. la editorial Paradiso acaba de publicar "Diario. Cuaderno de disciplinas espirituales", de Ricardo Guiraldes. Son 146 páginas, más 207 de edición facsimilar, en gran formato.

Levantado a las once.
Ejercicios de respiración.
Bañado.
Almorzado con Adelina y Delia en el Restaurante del Retiro. Ha venido a hacer sobremesa Martín Noel.
A eso de las tres, visita al Petizo con Delia y Emilio que encuentro pasando por lo de Zimmermann.
A las seis salimos de lo del Petizo y me voy al Jockey donde me hago cortar el pelo y afeitar.
Billar hasta las nueve menos cuarto.
Comemos en lo de Julia y nos quedamos charlando hasta media noche.
Son las doce y media.
Mosquitos no dejan dormir hasta eso de las tres.

Todo guarda el mismo tono, todas las anotaciones son de esta relevancia, salvo aquellas que nos ilustran acerca de sus dolores de cabeza, o la irritación de su colon, que cede ante un masaje, o la fosfatina que ingiere en el desayuno, o ese bienestar que le sobreviene después de mover el vientre.

Pienso: alguien tuvo este manuscrito en sus manos, alguien lo consideró publicable, alguien entendió que ameritaba un subsidio. Todos ellos, son, en mi modesta opinión, o ironistas profundos equiparables a Chesterton, o una sencilla y vernácula manga de atorrantes .

lunes, 8 de septiembre de 2008

Modos de ver el mundo







Robert Capa y David Seymour (Chim)

domingo, 7 de septiembre de 2008

sábado, 6 de septiembre de 2008

Esta luz























Foto: Edward Steichen


Algo vibra detrás de cristales extraños
extranjero de todo lo que fuimos
mientras golpea la lluvia
acá y allá
ahogándose en vapores
la memoria que queda
erguida en un minado campo hecho de ruinas
donde el dolor pasó
como el amor entonces,
furtivo
entre soles y lunas
desharrapado, enfermo, insuficiente
mientras se escribe
con los dedos helados, furia inútil de ahora
en un trozo amarillo de papel
letras de olvido,
tangos
que cantar
y llorar y reir, equivocados
porque no hay un lugar donde arroparse
fuera de la conciencia inexorable
que nos dispensa el tiempo cuando pasa
-si todo, todo, es al fin un error-
y aquello que esperamos
fervorosos
se ve claro
sobre el fondo luminoso del presente
como ha sabido ser,
de una idiotez soberbia
aunque averguence,
sólo un malentendido
una olvidable
esperanza de ser
algo hijo del bien,
algo que dure.

viernes, 5 de septiembre de 2008

Clavículas de un gran juego poético



¿Presientes el sabor de ese silencio grávido de truenos?
Es lo que podría decir, el poeta, si existiera.


René Daumal

jueves, 4 de septiembre de 2008

Carta

Yo, sí —¿Pero y la estrella de la tarde, que subía y descendía
de los cielos cansada y olvidada?
¿Y los pobres, que golpeaban las puertas, sin resultado, haciendo
vibrar la noche y el día con su puño seco?
¿Y los niños, que gritaban con el corazón aterrado?: “¿por qué
nadie nos responde?”
¿Y los caminos, y los caminos vacíos, con sus manos extendidas
inútilmente?
¿Y el santo inmóvil, que deja a las cosas continuar su rumbo?
¿Y las músicas encerradas en cajas, suspirando con las alas
recogidas?

¡Ah! —Yo, sí —porque ya lo lloré todo, y despedí mi cuerpo
usado y triste,
y mis lágrimas lo lavaron, y el silencio de la noche lo enjugó.
Pero los muertos, que enterrados soñaban con palomas ligeras
y flores claras,
y los que en medio del mar pensaban en el mensaje que la playa
desplegaría rápidamente hasta sus dedos...
Pero los que se adormecieron, de tan excesiva vigilia —y que yo
no sé si despertarán...
y los que murieron de tanta espera... -y que no sé si fueron salvados.

Yo, sí. Pero todo esto, todos estos ojos puestos en ti, en lo alto
de la vida,
no sé si te mirarán como yo,
renacida y desprovista de venganzas,
el día que necesites el perdón.

Cecilia Meireles

Amorosas plumas


"Te cubriré con amor la próxima vez que te vea, con caricias, con éxtasis. Deseo atiborrarte con todas las alegrías de la carne, de modo que te desmayes y mueras. Quiero que seas sorprendida por mí, y para que te confieses a ti misma que nunca siquiera habías soñado con tales transportes... Cuando seas vieja, quisiera recordaras estas pocas horas, yo quisiera que tus huesos secos temblaran con alegría cuando pienses en ellas".

De Gustave Flaubert a Louise Colet

"En este momento mi vida es lenta, inmóvil, el cerebro muerto, el alma que se busca, aguja enloquecida y fuera de sí misma, sin sustancia. Todo esto se traduce físicamente. Te estrecho con todas las fuerzas de mis brazos"

De Antonin Artaud a Génica Athanasiou

"Rainer, se hace de noche, te amo. Un tren ulula. Los trenes son lobos. Los lobos son Rusia. No un tren, Rusia entera ulula hacia ti."

De Marina Tsvetáieva a Rainer M. Rilke

Londres, viernes por la tarde. Vuelve, vuelve, querido amigo, único amigo, vuelve. Te juro que seré bueno. Si me he mostrado desagradable contigo, fue tan sólo una broma; me cegué, y me arrepiento de ello más de lo que puedes imaginar. Vuelve, todo estará totalmente olvidado. ¡Que desgracia que hayas tomado en serio esta broma!. No paro de llorar desde hace dos días. Vuelve. Sé valiente, querido amigo. Nada está perdido todavía. (...) No me olvidarás ¿verdad?. No, tú no puedes olvidarme. Yo te tengo aquí siempre. Di, contesta a tu amigo ¿acaso no volveremos a vivir juntos los dos?. Sé valiente, contéstame pronto. No puedo quedarme aquí por más tiempo. Oye sólo lo que te dicte tu buen corazón. Dime pronto si tengo que reunirme contigo.

A ti, para toda la vida.

De Arthur Rimbaud a Paul Verlaine